Método de calma: cuando la persona está tranquila, está en paz; cuando las cosas están tranquilas, son ordenadas; cuando el corazón está tranquilo, se gana. El hielo es frío desde tiempos inmemoriales, y todo es especialmente tranquilo. El corazón debe estar en calma, olvidándose de uno mismo y concentrándose en lo divino. La mente y el espíritu deben ser uno; la energía debe seguir naturalmente, con un exceso de similitud. No hay sorpresa ante los cambios, sin locura ni ira, sin deseos ni exigencias, sin aferrarse ni abandonar, sin acción ni yo.
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Método de calma: cuando la persona está tranquila, está en paz; cuando las cosas están tranquilas, son ordenadas; cuando el corazón está tranquilo, se gana. El hielo es frío desde tiempos inmemoriales, y todo es especialmente tranquilo. El corazón debe estar en calma, olvidándose de uno mismo y concentrándose en lo divino. La mente y el espíritu deben ser uno; la energía debe seguir naturalmente, con un exceso de similitud. No hay sorpresa ante los cambios, sin locura ni ira, sin deseos ni exigencias, sin aferrarse ni abandonar, sin acción ni yo.