Como inversor, me gusta pensar en probabilidades, porque la inversión no tiene certeza. Cero certeza. A veces siento que los inversores intentan engañarse a sí mismos con certeza, modelos bonitos y todo lo que parece genial. Sabes, cuando un joven analista me presenta un modelo que no podría hacer en un millón de años, bromeo amistosamente y digo que sobre tu modelo, lo único de lo que puedo estar seguro es que está equivocado.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Como inversor, me gusta pensar en probabilidades, porque la inversión no tiene certeza. Cero certeza. A veces siento que los inversores intentan engañarse a sí mismos con certeza, modelos bonitos y todo lo que parece genial. Sabes, cuando un joven analista me presenta un modelo que no podría hacer en un millón de años, bromeo amistosamente y digo que sobre tu modelo, lo único de lo que puedo estar seguro es que está equivocado.