Cuando era niño, tenía una gran aversión hacia los ancianos que practicaban supersticiones; cada vez que sucedía algo, iban a quemar papel o a consultar a un adivino. Al crecer, comprendí que el adivino en realidad no es un charlatán, sino que originalmente es un psicólogo para pobres. Si buscas un psicólogo, tienes que pagar varios cientos solo por una consulta de una hora. En cambio, si buscas a un adivino, no necesitas gastar varios cientos; con tres o cincuenta yuanes, puedes tener una conversación que te hará sentir increíble, incluso te dirá que puedes cambiar tu destino. Además, el psicólogo solo te dirá que esto está mal, aquello está mal, que tienes una enfermedad aquí o allá, pero el adivino es diferente: solo te dirá que la casa está mal, que la tumba de tus antepasados está mal, que el momento es malo, que la dirección es mala. Todo puede estar mal, pero nunca dirá que tú estás mal. Lo más importante es que te dirá que si superas esta calamidad, podrás迎来十年大运, la riqueza está a la vuelta de la esquina. Con esos pocos yuanes, ¿qué más importa la ansiedad o la depresión? Caminas brincando y con la cabeza en alto. Ay, cuando era niño, no entendía estas cosas.
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Cuando era niño, tenía una gran aversión hacia los ancianos que practicaban supersticiones; cada vez que sucedía algo, iban a quemar papel o a consultar a un adivino. Al crecer, comprendí que el adivino en realidad no es un charlatán, sino que originalmente es un psicólogo para pobres. Si buscas un psicólogo, tienes que pagar varios cientos solo por una consulta de una hora. En cambio, si buscas a un adivino, no necesitas gastar varios cientos; con tres o cincuenta yuanes, puedes tener una conversación que te hará sentir increíble, incluso te dirá que puedes cambiar tu destino. Además, el psicólogo solo te dirá que esto está mal, aquello está mal, que tienes una enfermedad aquí o allá, pero el adivino es diferente: solo te dirá que la casa está mal, que la tumba de tus antepasados está mal, que el momento es malo, que la dirección es mala. Todo puede estar mal, pero nunca dirá que tú estás mal. Lo más importante es que te dirá que si superas esta calamidad, podrás迎来十年大运, la riqueza está a la vuelta de la esquina. Con esos pocos yuanes, ¿qué más importa la ansiedad o la depresión? Caminas brincando y con la cabeza en alto. Ay, cuando era niño, no entendía estas cosas.